Los mejores crustáceos y mariscos de la Tenda del Peix en L'Alfàs del Pi
Si echamos la vista atrás, la Galera no era una especie muy bien vista hasta hace unos años por su morfología, tantos pinchos molestaban mucho y su valor empezó a remontar por la demanda en los mercados.
Los/as profesionales de la gastronomía, comenzaron a utilizarla cada vez más y eso hizo que el crustáceo con antenas se hiciera un hueco privilegiado en los fogones.
Su forma alargada no suele superar los 20 cm, su cuerpo es comprimido y marca varias crestas longitudinales. Al igual que sus primos los bogavantes o las langostas, tienen dos pinzas prensoras y seis dientes muy finos
Su coloración en marrón claro y amarillenta y tiene dos manchas marrones con un trazo blanco y de forma redonda en la cola.
La galera es nocturna, por el día permanece resguardada y por la noche sale del fango para alimentarse de peces pequeños.
Su reproducción suele ser en primavera y es en otoño cuando empieza a tener una vida bentónica* ( que vive en fondos marinos)
Se crían y capturan en el océano Atlántico desde el golfo de Cádiz hasta el norte de Angola, incluidas las islas Canarias y Madeira y todo el mar Mediterráneo.
En los meses de noviembre y diciembre están en su pleno esplendor.
¿Cómo se cocinan?
En su mayoría se utilizan para los caldos y fondos (Fumet de Morralla) de otras recetas por su exquisito sabor, aunque se pueden tomar como las gambas o cigalas, a la plancha con mucha sal y chorrito de aceite de oliva.
Eso sí, mucho cuidado al comerlas, se recomienda empezar por la cola para encontrar los pinchos al contrario.
fuentes: Ministerio de Agricultura y Pesca